Nuestro compromiso de crear prendas lisas de la máxima calidad y de la forma más responsable posible empieza con la elección de nuestras materias primas. Después del algodón orgánico, que representa más del 90 % de nuestra materia prima, el poliéster reciclado es nuestra siguiente materia prima más utilizada, con algo más del 7 %.
Ya llevamos desde 2018 sin incluir poliéster virgen en nuestros productos. Desde entonces, solo utilizamos poliéster reciclado con certificación GRS, fabricado a partir de botellas de PET postconsumo. La mayoría de nuestras prendas outerwear están hechas de poliéster reciclado. Y aunque casi todas nuestras sudaderas son 100 % algodón orgánico, algunas están hechas de una mezcla de 85 % algodón orgánico y un 15 % de poliéster reciclado.
¿Por qué poliéster reciclado?
El poliéster es un material duradero, ligero y de secado rápido que no se estira, encoge ni arruga. Lo cual convierte a este material en una opción muy popular para las prendas de diario. Sin embargo, el poliéster virgen se fabrica a partir del petróleo. Cuanto más poliéster virgen utiliza la industria textil, mayor es la demanda de este combustible fósil. Además del elevado coste medioambiental que supone seguir extrayendo combustibles fósiles, cada año toneladas de residuos plásticos acaban en nuestros vertederos y mares.
Reciclar estos residuos para convertirlos en productos textiles es una forma de abordar ambos problemas: reducir la demanda de poliéster virgen y mantener los residuos fuera de la naturaleza. Además, se necesita menos energía para reciclar poliéster que para llevar a cabo los complejos procesos de producción del poliéster virgen.
El poliéster reciclado tiene las mismas propiedades y prestaciones que el poliéster virgen, lo cual le convierte en un material ideal para crear prendas de alta calidad que resistan el desgaste diario, como nuestros modelos de outerwear.
Según el modelo, se necesitan entre 38 y 80 botellas de plástico de 550 ml para producir una de nuestras chaquetas.
Pero, ¿cómo se transforman exactamente las botellas de PET en prendas? ¿Qué pasos están involucrados en dicho proceso?
El viaje de la botella a la prenda
Transformar botellas de PET desechadas en elegantes prendas Stanley/Stella, listas para ser diseñadas, es un viaje que implica muchos procesos complejos.
Para comprender mejor este viaje y conocer a las personas implicadas, nuestro equipo de Sostenibilidad realizó un viaje de campo en 2023, en donde visitó diferentes puntos de recogida, hilanderías y las fábricas asociadas que confeccionan nuestra outerwear.
Recogida y clasificación
El viaje comienza con la recogida de botellas de PET, utilizadas normalmente para bebidas y otros productos de consumo. Una vez desechadas, estas botellas suelen acabar en contenedores de reciclaje o centros de recogida. Las botellas se clasifican cuidadosamente por color y tipo; este paso es crucial para garantizar la pureza del material reciclado.
Limpieza y trituración
Una vez que las botellas PET son clasificadas, se limpian a fondo para eliminar cualquier contenido, etiqueta, adhesivo u otras impurezas. Una vez que están limpias, las botellas se trituran en pequeños copos que son, principalmente, los componentes básicos del poliéster reciclado.
Fusion et pelletisation
Los copos de PET triturados se funden y se transforman en pequeños pellets. Estos pellets son la materia prima para crear fibras de poliéster. En esta fase el plástico desechado empieza a adquirir un nuevo valor como recurso reutilizable.
Hilatura por fusión
Los pellets se funden de nuevo y se hilan en finas fibras de poliéster en un proceso conocido como hilatura por fusión. El grosor y la longitud de las fibras pueden determinarse en función de los requisitos específicos del tejido que se vaya a fabricar.
Tejido y producción final
Las fibras de poliéster se tejen en hilo para crear un tejido duradero y transpirable, que luego se utiliza para crear outerwear Stanley/Stella.
Trazabilidad y transparencia
Conocer a fondo nuestra cadena de suministro es un elemento clave de lo que somos como empresa. Conocer al detalle de dónde provienen nuestras materias primas, los procesos por los que pasan y quién participa en ellos nos permite mantener nuestra promesa de ofrecer prendas que cumplan con los estándares sociales, éticos y medioambientales más estrictos.
